Gracias a la intervención del logopeda se corrigen y se rehabilitan problemas del lenguaje, tanto a nivel de lecto-escritura, como a nivel de lenguaje oral y de comunicación. Suelen ser los profesores o los pediatras quienes advierten a los padres de la posible necesidad de acudir a un logopeda, ya que ellos son los primeros observadores directos del niño o de la niña y quienes pueden comparar con respecto a otros niños de su edad.
El logopeda está preparado para rehabilitar problemas del lenguaje tales como:
•Los trastornos de la lectura y/o de la escritura (dislexias y disgrafías).
•Los problemas del lenguaje oral en cuanto a la articulación incorrecta del habla (dislalias). Son muy comunes, nos referimos a cuando el niño pronuncia mal.
•Problemas de la articulación del habla a causa de una malformación en las estructuras orofaciales (dientes, frenillo lingual…).
•Retrasos del lenguaje.
•Problemas en la comunicación (suelen ir asociados a otros trastornos tales como el síndrome de Down, el autismo…).
•Trastorno específico del lenguaje (TEL) que no va asociado a ningún síndrome.
•Problemas en la fluidez del habla (disfemia).
En primer lugar, se realiza una evaluación completa, la cual es muy importante. Gracias a ella, es posible determinar un programa específico para cada problema y cada paciente, ya que la terapia siempre es individualizada y personalizada. Con esta práctica se asegura una intervención logopédica adecuada y eficaz.